El Gobierno chino siempre ha estado cerca del software libre y esta vez ha apostado de lleno por él. Ha firmado un acuerdo con Canonical para la creación de una variante de Ubuntu que se llamará Kylin y será la base para la creación de nuevo software. Esta nueva variante está basada en Raring Ringtail y estará disponible el mes que viene.
Respecto a su contenido, tendrá software adaptado a la demanda del país, estará adaptado a Baidu (motor de búsqueda más popular del país), software de edición fotográfica, entrada de texto y demás métodos de compra vía internet…
Como decía, el país asiático siempre ha sido afín al software libre y puede suponer una estrategia para desvincularse del software cerrado que pertenece mayoritariamente a EE.UU. Este programa tiene como plazo de desarrollo los próximos 5 años.
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